Entrevista a Chani Martín: “La fortuna no es sólo haber hecho Historias lamentables, sino haberla hecho con Javier Fesser”

23.01.2021

Chani Martín (Torrelaguna, 1973) lleva años dedicado al mundo de la actuación, ya sea en televisión, cine, teatro o incluso música. Tras muchos roles secundarios en trabajos de grandes autores como Guillermo del Toro, Daniel Sánchez Arévalo o Javier Fesser, ha sido con este último con quien le ha llegado el papel más importante de su carrera: Bermejo, uno de los protagonistas de Historias lamentables. Desde su estreno en el pasado mes de noviembre, no han parado de aparecer comentarios en redes que alaban su trabajo en una de las películas españolas más destacadas de 2020. Hay quienes incluso le comparan con José Luis López Vázquez. Hoy estrenamos nuestra sección de entrevistas con este polifacético artista, que nos habla, entre otras cosas, de Historias lamentables, Fesser o de sus próximos proyectos.

Tras Mortadelo y Campeones, Historias lamentables es tu tercera aparición en una película de Fesser con el que también has trabajado en anuncios como el de Plus Ultra seguros (Invictus: El correo del César, protagonizado por Pepe Reina) ¿Te consideras ya un colaborador habitual suyo o es todo fruto de castings?

Es todo fruto de castings, lo que pasa es que a base de trabajar en sus producciones casi me considero un colaborador. Para esta película he hecho un casting porque aunque los directores te conozcan, muchas veces necesitan verte en el papel que han escrito. Efectivamente, es el cuarto trabajo que hago con Javier, pero para cada uno he tenido que hacer pruebas.

Desde un punto de vista externo, da la sensación de que Historias lamentables ha sido la película que te ha puesto en primera plana como actor... ¿Tú qué dirías qué ha supuesto para ti Historias lamentables?

Efectivamente, ha supuesto un paso hacia delante. Llevo muchos años haciendo teatro y trabajando en cine y televisión, pero esta es la primera vez que tengo un personaje protagonista dentro de una producción tan grande y de estas características. Ha supuesto una gran responsabilidad asumir ese rol y también mucha alegría porque el resultado es bueno y el proceso ha sido muy bonito.

¿Qué reacción te provoca ver que eres el actor que ha copado los pósteres o anuncios de la película?

Es un motivo de alegría, obviamente. Me alegra mucho, pero de hecho, no creo que esto haya sido por el actor: creo que tiene que ver con que "El hombre de la playa" es representativa dentro del conjunto del resto de historias. Tiene un atractivo a nivel de imagen que es una buena opción, no porque yo sea el actor que está en esa historia, sino porque esta en sí tiene su poder.

Creo que una de las claves por las que Bermejo ha destacado entre el resto de los personajes de Historias lamentables es por esos manierismos que tiene, como por ejemplo el tic nervioso en el ojo en la escena en la que está sacando los billetes para volver a Gandía. ¿Ese tipo de gestos son improvisados, se basan en el guion o son cosas que uno habla con el director?

Las secuencias se repiten muchas veces, así que de repente en una de las tomas que grabas, ocurren cosas que te llevan a un lugar diferente y te dejas llevar y nacen este tipo de tics. Otras cosas sí que están pactadas o son parte de la construcción que hemos elaborado entre Javier y yo sobre quien era Bermejo y qué le podía pasar. De todas formas, la mayoría de estas veces ni siquiera soy consciente de estos tics: son parte de ese cuerpo que ya no me pertenece del todo, del personaje.

¿Hay escenas eliminadas de Bermejo que no hemos visto en la película?

No (risas), está el 100% del guion montado. Creo que Javier es un tipo que economiza antes de rodar. Supongo que si tiene que sacrificar algo en el montaje, lo sacrifica, pero creo que él lleva muy trabajado el guion y calculado lo que quiere rodar: no hay cosas arbitrarias y sin programar. Con lo cual, monta lo que está escrito y en este caso, está todo.

¿Cómo definirías a Javier Fesser?

Javier es un tipo excepcional: la confirmación de que el gran talento y la humanidad en su máxima expresión pueden estar juntos. Se habla de que los grandes genios siempre son mala gente, pero él es muy buena persona y se preocupa mucho de lo humano y de que el actor esté bien, que el rodaje sea confortable. Genera un ambiente de confianza que ayuda mucho a que fluya el trabajo. Es una persona muy asequible: conoce el nombre de todas las personas que trabajan con él y el trato es totalmente horizontal, nunca vertical. Escucha a los actores, entiende cómo funcionan y está dispuesto a cambiar lo que él ha imaginado porque le convence la historia que le cuentas. No he visto otra cara de Javier que no sea esa. En las muchas veces que nos hemos cruzado siempre me ha parecido un tipo con mucho criterio, que sabe lo que quiere y sabe pedirlo pero siempre con buen humor. Para mí la fortuna no es sólo haber hecho esta película, sino haberla hecho con él.

A mí personalmente me encanta que tenga un estilo muy propio...

Sí, es un director al que distingues en un fotograma. Ves una foto y dices: esto es de Javier Fesser porque tiene mucho sello. A mí me encanta estar en esta película y en lo demás que he hecho con él, porque sin darte cuenta, estás perteneciendo a un mundo que ya parece mío también.

El lunes se anunciaron las nominaciones a los Goya y la película ha sumado tres nominaciones, incluyendo la de tu compañero Janick. Por desgracia no ha sido posible una nominación para ti en la categoría de protagonista pese a que tu nombre ha sonado mucho. ¿Crees que te merecías hacerte un hueco entre los elegidos?

Estoy muy feliz por Janick y un poco triste porque creo que la película se merecía más cosas. En mi categoría los que están nominados son unos pedazo de actores y ya está. Te mentiría si no te dijera que me hacía mucha ilusión y que veía posible estar ahí porque al final los premios que se dan a los actores se los dan también a sus personajes que hacen. Creo que Bermejo se merece premios porque es un espectáculo el personaje en sí mismo por lo que escribió Javier Fesser y que podía haber sido otro actor. Me hubiese encantado estar ahí porque a mí y a mi ego les hacía mucha ilusión pero entiendo que es muy complicado porque somos muchos. Habrá otras oportunidades, aunque me joroba que no esté nominado Javier como director o la película en sí misma. Creo que quizás ha sido un peaje por haberla estrenado en una plataforma y no en salas.

Es sin duda una película que ha tenido mucho trabajo. Por ejemplo, recientemente descubrí vía Instagram el perfil de Marta Murillo, la diseñadora de vestuario, y me pareció increíble el trasfondo que había entre cada vestimenta de los protagonistas...

Marta es una maravilla. Tengo una historia muy bonita: cuando preparo un personaje siempre me imagino quién es, dónde vive, de qué trabaja, si está casado, si tiene hijos... es decir, todo lo que no aparece en el guion. Yo hago ese trabajo siempre con mis personajes y no te imaginas la cantidad de coincidencias, sin habernos conocido y sin haber cruzado palabra, que había entre lo que Marta y yo habíamos pensado sobre Bermejo. Por ejemplo, para los dos era un tipo que trabajaba de guardia jurado en un supermercado. Eran cosas surrealistas con las que te preguntas cómo es que coincides. Luego, ella y Eunice, que es su ayudante y además mi amiga, me cuidaron durante el rodaje, donde hubo momentos muy duros de frío al ir vestido así (con una camisa veraniega y un bañador ajustado) en Segovia.

¿Cuántos días estuviste rodando?

El rodaje de "El hombre de la playa" fue de unos veintipico días. Supongo que el de las otras historias fue de una duración parecida, así que fueron unos tres meses, quizás un poco menos, de rodaje de toda la película.

¿Tienes algún proyecto en manos como actor o estás totalmente metido en la música? Vi que tenías concierto el día 20 con ElZurdo (grupo del que es vocalista y compositor) pero lo han aplazado por la pandemia...

Sí, se ha aplazado al 10 de marzo el concierto que teníamos en las naves del Matadero de Madrid dentro de un ciclo llamado Anïmales Mixtøs. Ahora voy a hacer un par de capítulos en Cuéntame donde voy a hacer de poli malo. También queda por estrenar en Telecinco Desaparecidos, que está en Amazon Prime Video, con la que en teoría se van a hacer algunas temporadas más. Falta igualmente por estrenar una serie para Netflix que hice antes del coronavirus y que se ha seguido rodando después, que se llama Sky Rojo. A pesar de todo el movimiento que se ha generado con la película, mi vida no ha cambiado demasiado: sigo en un lugar disponible, como siempre he estado como actor, y estoy encantado de estarlo.

¿Disfrutas más en la actuación o en la música?

Son dos cosas que nunca coloco una enfrente de la otra. A través de la música expreso una faceta más personal, más íntima, y es un proyecto que depende exclusivamente de mí y de mis esfuerzos para sacarlo adelante. Como actor nunca dependes sólo de ti, dependes de que otra persona piense que eres el adecuado para hacer algo. La música y la interpretación como actor conviven en mi vida perfectamente porque generan equilibrios. Es verdad que con la música no he generado economía porque, al menos en mi caso, es un lugar mucho más complicado que el del actor. Creo que hay menos clases medias en la música que en la interpretación.

Juan de Mata Galarza

Tinerfeño llegado a Madrid en septiembre de 2019. Hace unos años desarrolló una afición por el cine que ha ido creciendo a lo largo del tiempo hasta convertirse en su pasión principal. En Planos y Píxeles escribirá sobre películas y series. 

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